Vida Saludable: integración de los hábitos saludables en el plan de estudios en México
Por Angélica Hernández, Gabriela Tamez Hidalgo y Anabel Fiorella Espinosa
Angélica Hernández es una antigua consultora de UNICEF México. Ayudó al Ministerio de Educación a elaborar el contenido de Vida Saludable.
Gabriela Tamez Hidalgo es la antigua Directora de Fortalecimiento Curricular para la Formación Personal y Social en la Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública de México.
Fiorella Espinosa es una Oficial de Nutrición de UNICEF México. Es una nutricionista en salud pública y su principal función en UNICEF consiste en fomentar la modificación del entorno alimentario con vistas a mejorar la nutrición de niños y adolescentes.
Lugar: México
Tema del artículo: Este artículo describe la creación de una nueva materia —Vida Saludable— que forma parte del plan de estudios nacional en México. Su finalidad es educar a los niños en edad escolar y abordar al mismo tiempo los desafíos nutricionales más amplios a los que se enfrenta la juventud de México.
Mensajes principales:
- Vida Saludable es la última de entre un grupo incipiente de iniciativas centradas en la nutrición que el Gobierno mexicano ha puesto en práctica durante los últimos años con el objetivo de poner coto al auge de la epidemia de obesidad nacional en el contexto de la pandemia de COVID-19.
- Esta iniciativa integral pone de relieve el valor de la colaboración entre los departamentos y organismos gubernamentales, y la creación de la nueva materia demuestra la capacidad del Gobierno para preparar una novedosa intervención con base empírica orientada a los niños y adolescentes.
- A pesar de los éxitos obtenidos, aún existen desafíos relativos a la implantación de un sistema de monitoreo y evaluación eficaz, a los que se suma la integración formal de la materia en el plan de estudios nacional y la resolución de los problemas asociados a su incorporación en los horarios escolares.
Antecedentes
Desde comienzos de siglo, México ha registrado un progreso constante en diversos indicadores de nutrición (Informe de la Nutrición Mundial, 2021). La prevalencia del peso insuficiente en niños y adolescentes (de 5 a 19 años), actualmente en el 8,8% y el 9,7% para niñas y niños, respectivamente, se ha reducido año tras año; la prevalencia de la lactancia materna exclusiva en niños menores de seis meses ha aumentado del 14,4% en 2012 al 28,6% en 2018; y la ingesta dietética de los adultos mayores de 25 años de frutas, legumbres, cereales integrales, fibra y grasas poliinsaturadas se sitúa por encima de la media mundial, mientras que el consumo de sodio se encuentra por debajo. Durante más de un decenio, el Gobierno también ha aplicado de forma proactiva políticas nutricionales favorables para la salud pública, como la yodación de la sal, la reducción del sodio, la aplicación de un impuesto sobre las bebidas azucaradas, el etiquetado con advertencias de los alimentos y la restricción de la comercialización de alimentos ultraprocesados dirigida a los niños. Por lo tanto, el país parece estar “en el buen camino” hacia el cumplimiento de los objetivos mundiales en materia de nutrición.
Sin embargo, el progreso en México tiene dos caras. Mientras que la carga de desnutrición ha disminuido, la sobrealimentación ha aumentado. En 2020, la prevalencia combinada del sobrepeso y la obesidad entre la población en edad escolar (de 5 a 11 años) era del 38,2%, y la prevalencia aumentaba al 43,8% en los adolescentes y hasta el 44,6% específicamente en las mujeres adolescentes (Shamah-Levy et al., 2021). El consumo de verduras, frutos secos y semillas y omega 3 es inferior a la media mundial, mientras que el consumo de carne roja y procesada y bebidas azucaradas es superior a la media mundial (Informe de la Nutrición Mundial, 2021). Además, la aparición de la pandemia de COVID-19 ha reafirmado el carácter prioritario del sobrepeso y la obesidad como cuestiones de salud pública en México debido a sus vínculos con una mayor susceptibilidad a la COVID-19 (UNICEF, 2021).
En respuesta a los desafíos nutricionales a los que se enfrenta la juventud mexicana, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación, con el apoyo de UNICEF, han incorporado una nueva materia en el plan de estudios, Vida Saludable (Gobierno de México, 2020). El proyecto pretende ayudar a los niños a desarrollar hábitos saludables mediante el cambio de comportamiento a largo plazo. La idea original de Vida Saludable fue promovida por el Gobierno de México a partir de una propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador para dar una respuesta unificada a los problemas de salud pública a los que se enfrentan los jóvenes del país. Este concepto ya existía antes de la pandemia de COVID-19, pero la llegada del virus a México, junto con la confirmación empírica de que la obesidad y la diabetes influían en las tasas de ingreso en cuidados intensivos (Cai et al., 2020), reafirmó la necesidad de este programa. Esto allanó el camino para que el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Educación y UNICEF pusieran en práctica esta iniciativa conjuntamente. La fase de diseño del programa concluyó en junio de 2020 y se puso en marcha a partir de julio, aunque en este momento sigue sin publicarse.
La iniciativa Vida Saludable
Investigación de fondo y desarrollo
Pese a que la nutrición figura parcialmente en el plan de estudios nacional existente en forma de educación cívica, ciencias y educación física, el propósito de Vida Saludable es incorporar formalmente la nutrición, la educación física y la higiene en la programación escolar para combatir el auge de la obesidad, la diabetes y el sedentarismo. Como muchas otras iniciativas de salud pública de esta magnitud, Vida Saludable se inspiró en otros proyectos de salud pública actualmente en curso. Estrategias como el etiquetado de los alimentos ultraprocesados, la aplicación de un impuesto sobre las bebidas azucaradas y el aumento del acceso a fuentes de agua en las escuelas —todas ellas parte de un esfuerzo colectivo destinado a convencer a los jóvenes de que dejen de consumir bebidas gaseosas excesivamente azucaradas— intentan facilitar la adopción de comportamientos saludables por parte de niños y adolescentes. Cada una de estas iniciativas está vinculada al objetivo normativo más amplio del Gobierno mexicano de combatir la obesidad, y la iniciativa Vida Saludable está diseñada para complementar estas políticas, centrándose específicamente en la población joven, particularmente vulnerable en un entorno obesogénico.
Aunque el proyecto tiene sus orígenes en México, su fundamento empírico proviene de diversas fuentes mundiales, tomando como punto de partida para las mejores prácticas las Normas Mundiales para las Escuelas Promotoras de la Salud de la UNESCO y la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2018), y el marco de habilidades transferibles de UNICEF (UNICEF, 2019) para diseñar la intervención. Antes de Vida Saludable, hubo un programa precursor, “Salud Escolar”, dirigido por varias entidades gubernamentales relacionadas con la salud, la educación y la protección social en colaboración con el Instituto Nacional de Salud Pública, UNICEF y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En consecuencia, Vida Saludable se basó en la labor de este mismo grupo consolidado de entidades individuales al que, tras la llegada de la pandemia de COVID-19, se encomendó realizar una evaluación de un mes de duración para valorar las pruebas empíricas pertinentes para la iniciativa Vida Saludable. La evaluación fue llevada a cabo inicialmente por el sector de la sanidad antes de ser transferida al Ministerio de Educación, que aplicó la experiencia adquirida en el sistema educativo. Se estudiaron más de 200 documentos e informes internacionales para guiar la iniciativa, y la formación del programa representó un esfuerzo colectivo por parte de un amplio conjunto de profesionales que ejercen diversas funciones en las instituciones mencionadas.
Diploma de Vida Saludable
Para garantizar la calidad en todas las escuelas, la Dirección General de Formación Continua a Docentes y Directivos, con sede en el Ministerio de Educación, introdujo un Diploma de Vida Saludable para los docentes. La creación de un diploma oficial animó a los docentes a completar esta formación antes de impartir la asignatura a los alumnos, pese a que el curso no era obligatorio. Se elaboraron diversos materiales para los docentes, divididos en cinco módulos: 1) desarrollo humano integral y cuidado de la salud, 2) salud mental, 3) alimentación saludable y sostenible, 4) actividad física y hábitos de sueño, y 5) higiene personal y limpieza del entorno. Los docentes pueden obtener el diploma por su cuenta descargando una guía de estudio y un cuaderno de actividades para cada módulo, así como una guía general de introducción. UNICEF contribuyó a la elaboración de los recursos de alimentación saludable y sostenible, basados en la guía de estudio elaborada por el Instituto Nacional de Salud Pública, con un enfoque centrado en la comunicación más adecuada para fomentar el cambio de comportamiento.
Aplicación y la pandemia de COVID-19
El aprendizaje de Vida Saludable comenzó en julio de 2020 con la plataforma “Aprende en Casa” dirigida a los alumnos de educación preescolar a secundaria a través de la televisión, la radio e internet. La intervención se compartió en un formato novedoso por medio de juegos interactivos. No obstante, una vez que el gobierno reconoció que era probable que la pandemia se prolongara, esta plataforma se convirtió en la estrategia a largo plazo para la ejecución de la iniciativa durante el año escolar 2020-2021.
Para complementar la educación impartida a distancia, se proporcionó a los alumnos diarios de alimentación en los que cada uno debía reflexionar sobre su consumo de alimentos y bebidas, de lo cual los docentes hacían entonces un seguimiento. Esto hizo que los alumnos fueran conscientes de cualquier hábito dietético perjudicial arraigado, como el consumo excesivo de sal o de azúcar añadido. El objetivo principal de este enfoque multiplataforma era reforzar los hábitos saludables con el fin de ayudarlos a ser más autónomos, con independencia del entorno obesogénico general en el que se encontraban.
Financiación
Los esfuerzos destinados a la financiación de Vida Saludable fueron coordinados inicialmente por la Secretaría de Educación. Como gran parte del programa fue, y sigue siendo, transmitido por televisión, radio e internet, la televisión estatal mexicana ayudó a financiar el programa. Además de los recursos estatales, se incorporó a otros asociados, incluido el fabricante danés de juguetes LEGO®, para contribuir a financiar la ejecución.
Resultados
La iniciativa Vida Saludable ya se ha implantado por completo en los planes de estudio nacionales de los 32 estados de México, dirigidos a los niños de entre 6 y 15 años, aunque aún no está oficialmente consagrada en la política nacional. Los testimonios de las personas que han participado hasta el momento dicen mucho de la popularidad de la iniciativa entre los niños.
Sin embargo, todavía no se dispone de resultados cuantificables del programa. Los cambios en el Gobierno federal, y más concretamente en el Ministerio de Educación, junto con las consiguientes modificaciones del sistema educativo, han hecho que, hasta la fecha, sea difícil determinar cómo cuantificar el éxito y la forma de medirlo en el futuro. En la actualidad, UNICEF y el Instituto Nacional de Salud Pública pretenden respaldar los esfuerzos del Gobierno mediante la realización de un estudio dirigido a analizar el diseño, ejecución y resultados específicos de la iniciativa mediante una muestra no representativa procedente de tres estados, con vistas a fundamentar futuras mejoras de la misma. A mediados del curso escolar 2021-2022, los resultados a largo plazo de la ejecución de la intervención se analizarán empleando métodos cuantitativos y cualitativos, entre los que se incluyen entrevistas con los docentes y grupos focales con los alumnos.
Lecciones aprendidas y próximos pasos
La iniciativa Vida Saludable es un ejemplo de cómo los retos a gran escala aparentemente insuperables, como la epidemia nacional de obesidad, pueden dividirse en objetivos más pequeños y abordarse mediante una combinación de intervenciones unificadas y específicas. Otras políticas anteriores centradas en la nutrición han tenido un éxito desigual en México, aunque se han producido avances en algunos indicadores de nutrición en los últimos años. Sin embargo, estas políticas han sentado entre todas las bases para que Vida Saludable tenga éxito, y este ejemplo pone de manifiesto el impacto que puede llegar a tener un enfoque gubernamental proactivo ante una crisis de salud pública. La introducción de Vida Saludable en el plan de estudios nacional habría sido más difícil si no hubieran existido iteraciones anteriores del plan, como “Salud Escolar”. El liderazgo demostrado por el Gobierno en esta ocasión es digno de elogio.
Uno de los éxitos de Vida Saludable ha sido la coordinación de diferentes agentes inter e intragubernamentales durante la fase de desarrollo. En primer lugar, el enfoque unificado del Ministerio de Educación y del Ministerio de Sanidad muestra un grado de coordinación que, hasta ahora, no siempre ha sido evidente en este nivel de gobierno en México. En el plano práctico, la consolidación de más de 200 documentos e informes internacionales para guiar la iniciativa, junto con la coordinación de los numerosos trabajadores necesarios para ello, resulta prometedora de cara al futuro de Vida Saludable y los posteriores programas a cuya aplicación el Gobierno conceda prioridad. Este proceso también subraya el compromiso gubernamental con la programación basada en pruebas empíricas, así como la voluntad de recurrir a organismos externos, y en concreto UNICEF, para que aporten su experiencia técnica en aras del éxito de la intervención.
La escasez de datos que demuestren el progreso, el éxito y el impacto de la iniciativa Vida Saludable representa su mayor reto hasta el momento. Esto es especialmente pertinente en vista de la escala del proyecto, ya que la implantación en todo el país podría menoscabar su eficacia como consecuencia de un peor rendimiento en algunas regiones que en otras, lo que recalca la necesidad de disponer de datos subnacionales detallados. La creación y posterior puesta en marcha de un sistema de monitoreo diseñado por el Gobierno a partir de las conclusiones del estudio de UNICEF y el Instituto Nacional de Salud Pública es una incorporación necesaria al programa que arrojará resultados tanto a corto como a medio plazo. Por lo tanto, esta evaluación puede ofrecer una valiosa oportunidad para incorporar posteriormente las lecciones aprendidas.
La falta de datos utilizables se ha atribuido en su mayor parte a los desafíos a nivel de políticas. Los cambios de personal en el Gobierno han dificultado la aplicación de una estrategia de monitoreo y evaluación viable. Estos mismos cambios también han dificultado la integración de Vida Saludable en la política nacional, ya que no existe ninguna certidumbre acerca de la forma más eficaz de integrar la asignatura en el plan de estudios nacional a largo plazo. El efecto que esto tendría sobre los horarios y las repercusiones de su introducción en otras asignaturas son cuestiones esenciales para el futuro de la iniciativa.
Además de estos desafíos más amplios, cambiar los hábitos arraigados en el estilo de vida mexicano ha sido problemático para el programa hasta ahora. Por ejemplo, han surgido dudas sobre la mejor manera de llegar a los miembros de la familia en general dentro del hogar. Este es el principal motor del abandono de los alimentos ultraprocesados en favor de la compra de alimentos en mercados locales, lo cual es, a su vez, un objetivo importante de Vida Saludable. Por esta razón, las lecciones incluyen los determinantes sociales de la salud con el fin de que los niños puedan abordar esta cuestión de forma crítica y colaborar con sus padres para superar los obstáculos asociados al cambio de comportamiento.
Sin embargo, en lo que atañe a los determinantes más amplios de la salud, se reconoce que este programa solo puede lograr cambios hasta cierto punto. Por ejemplo, es poco probable que la promoción de modelos de cambio de comportamiento de forma aislada confiera beneficios significativos a las familias que viven en condiciones poco propicias para llevar una vida saludable. La rama de higiene de Vida Saludable no cambiará la vida de quienes disponen de acceso limitado a instalaciones de agua, saneamiento e higiene adecuadas, por ejemplo. La educación nutricional puede aumentar la capacidad de acción y mejorar la toma de decisiones dietéticas, pero no podrá superar la proliferación de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas y la falta de acceso a productos frescos que constituyen el entorno alimentario de algunos distritos.
Por lo tanto, es necesario un enfoque multisectorial para abordar la generación de ingresos, la mitigación de la pobreza, los sistemas alimentarios deficientes y el acceso de los jóvenes a opciones saludables con vistas a crear un entorno propicio que garantice el éxito a largo plazo de Vida Saludable.No obstante, la introducción de Vida Saludable es prometedora, ya que existen políticas más amplias que apuntan a la voluntad del Gobierno de aplicar un enfoque multisectorial. Desde 2010 se han publicado directrices, actualizadas posteriormente en 2014, que prohíben la venta y distribución de lunes a jueves de alimentos que no cumplan determinados criterios nutricionales. También hay una ley que obliga a instalar fuentes de agua potable en todas las escuelas, aunque esta ambición aún no se ha hecho realidad. Con el regreso de los alumnos a las aulas tras el impacto inicial de la pandemia de COVID-19, se está reanudando el diálogo entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Sanidad para impulsar esta normativa con el fin de facilitar la creación de entornos escolares más saludables.
Conclusión
Vida Saludable es la última de entre un grupo incipiente de iniciativas centradas en la nutrición que el Gobierno mexicano ha puesto en práctica durante los últimos años. La obesidad entre los niños y adolescentes es una prioridad de salud pública a la que el Gobierno ha respondido de forma proporcionada con esta iniciativa aplicada a través del plan de estudios, con la que espera poder frenar la marea de hábitos de vida poco saludables que se han instalado poco a poco en la vida cotidiana. Sin embargo, aunque se han dado pasos prometedores, la escasez de datos impide realizar una evaluación concluyente del programa por el momento. Los próximos pasos de Vida Saludable consistirán en la incorporación oficial de la materia en el plan de estudios nacional, lo que dará más visibilidad a la iniciativa y contribuirá a la estrategia más amplia en favor de una vida más saludable en México. Pero ante todo, la aplicación de una estrategia eficaz de monitoreo y evaluación, con el apoyo de UNICEF y el Instituto Nacional de Salud Pública, es fundamental para documentar el éxito de la iniciativa y determinar si Vida Saludable es un esfuerzo que merece la pena.
Para obtener más información, póngase en contacto con Fiorella Espinosa mediante el correo electrónico aespinosa@unicef.org
También puede consultar un ejemplo práctico de Vida Saludable mediante el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=Lx43eT4Kh_4
Referencias
Cai, Q, Chen, F, Wang, T, Luo, F, Liu, X, Wu, Q et al. (2020) “Obesity and Covid-19 Severity in A Designated Hospital in Shenzhen, China”. Diabetes Care. 43(1), 1392-1398. Disponible en: https://care.diabetesjournals.org/content/diacare/43/7/1392.full.pdf
Global Nutrition Report (2021) Country Nutrition Profiles: Mexico. https://globalnutritionreport.org/resources/nutrition-profiles/latin-america-and-caribbean/central-america/mexico/
Gobierno de México (2020) “Vida Saludable”, nueva materia en planes de estudio. Disponible en: https://www.insp.mx/avisos/vida-saludable-nueva-materia-en-planes-de-estudio
Shameh-Levy, T, Romero-Martínez, M, Barrientos-Gutiérrez, T, Cuevas-Nasu, L, Bautista-Arredondo, S, Colchero, M et al. (2021) Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020 Sobre Covid-19. Resultados Nationales. Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2020/doctos/informes/ensanutCovid19ResultadosNacionales.pdf
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